Después de que por primera vez has tenido una cámara ya caminar no es lo mismo y se transforma lentamente en un arte. Sales y a cada paso todo lo ves en fotogramas y composiciones aptas de ser capturadas en el tiempo y llevarlas a la posteridad.
La fotografía callejera nos permite practicar extrayendo de nuestros recorridos diversas escenas de la vida cotidiana de una comunidad especifica, en ocasiones con un contexto que le da sentido y en otras simples tomas de personas en una suerte de "retratos"* se solo nos permiten imaginar desde su rostro, su mirada o sonrisas rotas lo que le depara su camino.
*Cabe recordar que los retratos son solo cuando quien fotografiamos es consciente de ello y se ha aprestado para nuestra toma.
